Un clásico moderno


Reseña: Octopath Traveler (Switch)


De unos años para acá las empresas Triple A como los desarrolladores independientes han utilizado la nostalgia como anzuelo para atrapar de manera más fácil a una gran parte de su público. Piensen en juegos como Shovel Knight, que explota la grandeza de clásicos como Mega Man, pero dándole su propia identidad con personajes entrañables y un mundo fantástico muy rico; Nintendo con Pokémon Let’s Go Pikachu/Eevee, siendo otro remake de la región de Kanto, o del mismo Square Enix, que tiene en su catálogo I am Setsuna que es un juego que transpiran la esencia clásica de los JRPG.

Octopath Traveler también anda en esta movida debido a su apariencia de pixeleada en 2D y sistema de combate por turnos, pero bajita la mano, este juego tiene una vibra bastante moderna a pesar de su look retro. Presentando un mundo hermoso lleno de trasfondo, personajes memorables y un gameplay muy elaborado que se alejan de juegos clásicos del género, pero sin menospreciarlos, tomando lo mejor de ellos.

Una colección de grandes historias
El primer apartado que se aleja bastante de lo estándar en los JRPG es su narrativa. No digo que no te la expliquen de manera directa como en otros juegos de 16bits o que trate de temas muy complicados para la industria, si no que su formato es bastante inusual. Verán, Octopath Traveler no cuenta con una gran historia que amarra a todos nuestros personajes a un conflicto central, lo que hace es contarnos las historias individuales de los 8 personajes que conforman nuestro grupo de aventureros. Esto podría hacer levantar la ceja a más de uno y es comprensible, al fin y al cabo estamos acostumbrados a que el rey malvado/dragón oscuro/Edgelord de cabellos exagerados sea el causante de TODOS los problemas del mundo. Aquí, no pasa eso o por lo menos… No de manera muy directa.

Dicho esto, las historias de nuestro grupo de viajeros para nada son despreciables, ¡Al contrario! Son bastante buenas y siempre dejan una moraleja al final, como si una fábula se tratará. Y van desde cosas muy cotidianas para el género: el ritual milenario para salvar el mundo, detener a un asesino de reyes, la búsqueda de la venganza, entre otras tramas que ya hemos visto o leído; eso sí, siento que 2 de las 8 historias son muy secundonas, no son para nada malas, pero se sienten como las historias de origen y arcos de tus compañeros en otros RPGs, que no son el platillo fuerte de la historia, pero te sirven para conocer mejor a quienes te apoyan en tu aventura, sin embargo, para este título no son tan impactantes como los demás relatos.

Con todo esto, ¿Entonces no hay un protagonista central? Pues sí… Pero no. El juego en un principio te da elegir uno de los ochos personajes para que este sea tu “personaje principal”, una vez que lo escojas será el único miembro de la party al cual no podrás cambiar, al menos que termines su historia. El inconveniente de este enfoque individual es que al momento de exponer las ¿Cinemáticas? Del juego, solo aparecerá el personaje que la protagonista. Excluyendo por completo a los demás de la interacción principal; Sí, hay momentos donde los miembros de la party mostrarán su punto de vista de las situaciones de cada trama y a pesar de que es un buen agregado, se siente flojo por eso mismo de que ocurren después de la exposición y además de no tienen una dialogo hablado.

¡Es más! La justificación del porqué cada miembro del equipo se te una es: “Te ves vergas. Te acompañare en tu travesía en partirle la madre a todo el mundo.” Sí, suena muy cagado y fuera de contexto, pero se siente que esta fue la razón de juntarse a viajar. A pesar de ser un juego que te quiere vender la idea de un equipo unido, no se siente del todo este propósito y simplemente se unen porque no hay de otra. Pero bueno, no quisiera dejar este apartado con una impresión negativa y puedo decir sin temor a equivocarme que cada personaje es memorable en cuanto personalidades y vez como van evolucionando a través de los 4 capítulos que componen sus historias. Simple pero efectivo.

Clásico con esteroides
Otro giro de tuerca que tiene el juego es su sistema de combate, como ya se imaginaran es un RPG por turnos. Tal vez para estas horas del partido el escuchar esté concepto pueda alejar a más de uno, pero sí Persona 5 es uno de los juegos más celebrados de esta generación es por su sistema tan dinámico a pesa de ser por turnos. O sea, cada personaje tendrá una acción en cada turno y ya dependerá de la situación si se debe utilizar un ataque simple (físico) o una habilidad que se define en magias defensivas/ofensivas o golpes físicos más mecatudos. El chiste con esto es que cada enemigo te indicará cuantos “escudos” tiene y estos se irán rompiendo sí le pegas con el tipo de arma o magia elemental al que sea débil, una vez que logres quitarle todas las defensas este pasará a estar inconsciente. Sí logras hacerlo antes de que haga su acción en el turno, le quitas dicha oportunidad más aparte la que le tocaba en el siguiente turno. Esto provoca que planees darle tremendos vergazos cuando estén desprotegidos y así ser los enfrentamientos más llevaderos… Bueno, en papel porque luego sí puedes sentir que los enemigos, en especial los jefes, aguantan MUCHO castigo. En más de una ocasión le gritaba a la pantalla por la desesperación por no ver a los cabrones caerse después de oleada, tras oleada, tras oleada de ñongazos. Aun así no se siente injusto el juego y la verdad no vi necesario grindear tanto para hacer menos tediosa las peleas. Está bien balanceado.

Ahora bien, lo que le da sazón el combate es el uso de los Puntos Impulso. Estos se verán representados como puntos amarillos arriba de la barra de vida y magia de cada personaje. Estos puntos sirven para tres cosas: que tus personajes den más de un golpe simple para romperle más rápido los escudos, potenciar las magias y realizar magias especiales que requieren una cantidad considerable de estos puntos para ser activadas. Ya dependerá de la situación en que debes utilizar estas madres y en serio se sienten como una parte integral de la estrategia, no solo son un agregado monon al combate.

Hablemos un poco más de los personajes y de las 8 clases principales en el juego: Oberic que es el gigantón de buenos sentimientos y funge como el guerrero del equipo y está enfocado al daño masivo de forma física. Cyrus, es un erudito ―y el virgen del grupo ―, que es el mago negro del equipo. Ophilia, la waifu y clérigo, que tiene la función de curar y levantar aliados caídos con magia. Primrose es la bailarina ―o taibolera ― que se encarga de hacer buffs a los aliados. Tressa, la comerciante loli que puede evadir ataques físicos y pagar por ayuda. Therion, el ladrón edgelord del equipo que baja las estadísticas de los enemigos. Alfyn, el boticario ―estudiante de medicina ― que bebe mucho y que hace lo mismo que Ophilia, pero puede crear distintas pociones tanto ofensivas como pasivas. Y al final tenemos al H’aanit, la cazadora y que puede capturar a las bestias del juego para invocarlas en el combate como aliadas. Además, cada personaje cuenta con una habilidad pasiva que se usa únicamente en la exploración; Oberic y H’aanit puede desafiar NPCs, Cyrus y Alfyn pueden sacarles más información para completar quest secundarias o encontrar objetos, Ophilia y Primrose pueden convencerlos de unirse a ellas y así poder invocarlos en la batalla, y para acabar, Tressa y Therion pueden obtener objetos de ellos, ya sea comprarlos o robarlos.

Cada personaje se siente único dentro del equipo gracias al rol que tienen y eso se debe a las habilidades antes mencionadas, lo malo es que no todas se sienten relevantes. Sí, eso de tener ayuda extra reclutando NPCs genéricos es un gran apoyo para el combate, pero a la mera hora olvidarás que lo tienes; a lo mucho poder robar ítems es bastante útil porque tiene pocos castigos. A pesar de eso, las clases en el combate no son exclusivas de cada personaje a diferencia de estas habilidades. Los trabajos secundarios los irás encontrando en santuarios repartidos a lo largo del basto mapa que tiene Octopath Traveler, es curioso que los encuentres de esa manera y no por vencer a un enemigo con dicha clase o progresando la historia ―Aunque ya vimos que esto último no aplicaría por obvias razones. Eso sí, la única restricción es que no se repita la subclase, o sea sí ya tienes a un alguien con la subclase de clérigo no se lo puedes asignar a otra persona al menos que quieras quitarle dicho trabajo a al primer personaje mencionado.

Cada clase tiene una serie de habilidades especiales y/o magias asociadas (las cuales ya mencioné) para el combate. Lo curioso es que estas habilidades no las irás adquiriendo subiendo de nivel o equipándote alguna especie de ítem, sino que irás consiguiendo puntos de trabajo al finalizar cada combate ―junto con dinero y experiencia, claro ― y podrás canjear dichos puntos por las habilidades. Estas a su vez irán desbloqueando habilidades pasivas que son útiles para la exploración o las peleas, ya saben cosas como que no te salgan tantos combates aleatorios u obtener más dinero después de cada encuentro.

Otro aspecto clásico pero con esteroides en este juego es el aspecto gráfico. Octopath Traveler cuenta con un pixelart que trae sin problemas recuerdos de los RPGs clásicos de 16bits. Los personajes, escenarios y monstruos tienen ese toque nostálgico que te hace añorar aquellas viejas aventuras de hace 20 años. Esto conlleva a ciertos tropos del género como: los enemigos que parecen de tu tamaño en el mapa general, pero a la hora de los trancazos son entes de 6 metros. Enemigos que solo cambian de color y según son más fuertes (Bueno, aquí lo que hace es cambiar las debilidades) y que las animaciones de ataque de tus personajes solo sea dar un pasito pal’frente y lanzar su ataque. Esto puede causar ruido incluso a veteranos de los RPGs debido a su simpleza, sin embargo esto NO afecta para nada el disfrute del mismo. En lo que no hay queja alguna es conjunto general de los visuales, incluso siendo un juego 16bits, el juego luce HERMOSO. Los detalles de partículas, iluminación TODO luce bien en este jueguito que parecer se una maqueta en sus escenarios, aunque esto último sí llega ser contraproducente al momento de explorar porque en más de ocasión perdí el camino para seguir adelante. Capaz y a ustedes no les pasa, pero nada más quería resaltar ese detalle.

Lo que sí no tiene para nada un toque nostálgico es el apartado sonoro. Las melodías que presenta el juego están totalmente instrumentadas y puedes reconocer que están hechas con instrumentos de verdad y no por un software de computadora; son hermosas, logran trasmitir la personalidad de cada miembro del equipo, el ambiente de los escenarios y cuando es momento de darle a los putazos, la música agarra tonadas bastantes movidas que de forma inconsciente se sincroniza con tus movimientos en la batalla. Por otro lado, las actuaciones de voces están muy bien. Puedes escoger entre inglés y japonés, y ambas opciones son buenas, pero en lo particular yo lo jugué todo en el idioma anglosajón. Sin embargo el juego toma prestado otra mala costumbre de los JRPG y es que no todos los diálogos están hablados, nada más lo importantes. Esto le pega bastante a la hora de que los personajes interactúan entre ellos, cosa que ya mencioné antes y esto hace sentir estos momentos algos flojos; esto también aplica para las misiones secundarias ―Que francamente están muy meeeh ― y en momentos menos importantes de las historias principales. Ojalá todos los JRPGs puedan ser Fire Emblem Echoes.

En cuestiones de idioma la cosa está mixta… Como ya dije en voces viene en inglés y en japonés. En texto la cosa viene en español, pero debes cambiarle el idioma a tu consola para que esto ocurra. Si Square Enix se dio la libertad de dar una opción de cambiar voces dentro del juego, ¿por qué no hacerlo con el texto? ¿Qué pedo? No sé si la cosa sea igual para PC, pero supongo que las cosas estarán similares si no es que iguales.

Ocho caminos, una conclusión
Octopath Traveler cuenta con el factor nostalgia como primera impresión, pero ya cuando lo miras a profundidad podrás ver un JRPG moderno que no se limita a imitar a los clásicos si no que quiere ser su propia cosa y resaltar al respecto. Que no cabe duda, el estilo pixeleado en HD que porta el juego es hermoso y no le pide nada a las propuestas con altos presupuestos en cuestión de diseño artístico, puede ser algo enredado explorar por lo que mencione antes, pero la verdad es una queja menor. Su música es hermosa y siempre que tengo oportunidad la vuelvo a escuchar para inspirarme o pasar un rato tranquilo.

Sí eres fanático de los JRPG, ¿Poooos que pasó mano? Es un obligado. No dejes esta oportunidad irse de tus manos y si eras de esos que no contaba con una Nintendo Switch, ¡Estás de suerte! Porque este año se lanzó su versión para PC, la cual corre a 60fps. Así que no tienes escusas. Ahora bien, si te llama la atención y no eres muy diestro en estos juegos, intenta conseguirlo en una rebaja. El juego es amigable con sus mecánicas y poco a poco irás aprendiendo a hacer estrategias para salir limpio de los combates.

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