Reseña: Sekiro: Shadows Die Twice
Reseña: Sekiro Shadows Die Twice

Para la industria es normal
que una compañía desarrolladora se case con alguna fórmula porque la ha
perfeccionado y le ha traído ganancias en el proceso, sacando un sinfín de
secuelas con algunas variaciones entre títulos. Sagas como las de Super Mario
Bros o Call of Duty son ejemplos muy claros de esta práctica, pero a From
Software se le hace una nacada esto, ya que tiraron de la mesa lo establecido
con Dark/Demon’s Souls y Bloodborne para crear una nueva franquicia con un
toque muy particular, pero familiar para los fans de esta empresa. Es así como
tenemos a Sekiro: Shadows Dies Twice para PlayStation 4, Xbox ONE y la PC.
Antes de continuar de lleno
con la reseña, quiero notificar que dentro de algunos días voy a subir un
análisis a profundidad del juego. Hablando de sus temas y como estos se ven
reflejados en el juego, porque las franquicias de From Software dan mucho para
esa clase de reflexiones y si lo intento colar aquí, quedaría algo largo,
además de que podría confundir a aquellos que quieren saber sin complicaciones
si el juego es bueno. Por el momento, esta será una reseña convencional y
pondré el link de dicho análisis al final del texto cuando esté disponible, con
todo esto, comencemos.
Una historia más directa, pero igual de misteriosa
Este juego nos pone en el
papel de Lobo o Sekiro, quien es adoptado por un shinobi tras quedar huérfano
por los distintos conflictos que se vivieron en Japón en el periodo Sengoku.
Tras años de entrenamiento, le es encomendada la tarea de proteger hasta la
muerte a Kuro, un niño que oculta un gran secreto que muchas personas anhelan
poseer, pero desgraciadamente falla en su misión y no solo eso, quedando manco.
Por azares del destino fue encontrado por un escultor, que más bien parece un vago,
y le pone una prótesis shinobi para reemplazar su miembro perdido. Después de eso, Lobo/Sekiro se
ve obligado a encontrar a su joven amo para evitar que las fuerzas de Ashina
aprovechen el secreto que el niño oculta.
A simple vista, la historia de
Sekiro: Shadows Die Twice es más directa que los juegos desarrollados por From
Software. Desde un principio tenemos una meta muy clara para pelear, aunque no
deja las convenciones del estudio por tener una narrativa inversiva al dejar
que el propio juego te explique de manera natural el mundo en el que vive
nuestro protagonista. Las conversaciones con personajes, descripciones de
objetos y las locaciones que visitas como Lobo siguen contando una historia,
pero a diferencia de la saga Souls o Bloodborne, estas historias son
complementos de la principal y no el único vehículo narrativo que existe. Lo
menciono porque hay más cinemas de los que uno esperaría, tampoco es película
al estilo Metal Gear Solid, pero se agradece que en momentos clave la historia
tome las riendas del juego para, mínimo, explicarte los motivos de algunos
personajes. Como quiera es tu deber hilar los pequeños detalles que hay repartidos en este sangriento Japón para entender por completo su historia y mitología.
Realmente eres un shinobi
En Sekiro tomas el papel de un
shinobi, o sea, un maestro ninja. La industria nos ha mal acostumbrado que los
ninjas sean máquinas de matar con mucha habilidad y aunque hay algo de verdad
en eso, esta clase de guerreros eran mucho más discretos de lo que los medios
populares los pintan. Lobo cuenta con una katana que lo ayudará atacar y
defenderse de los ataques enemigos, además de contar con la “prótesis shinobi”
que le permite tener diversos “gadgets” para tener bajo control ciertas
situaciones o enemigos en específicos.
Lobo al ser un maestro ninja,
tiene a su disposición distintos cachivaches que le ayudan a cumplir su misión
de alguna u otra manera. La más directa es el putazo limpio, que se verá
orquestado con la espada de nuestro protagonista y las distintas herramientas
shinobis que iremos encontrando en el camino, estas cosas van desde arrojar
shurikens, un lanzallamas o un escudo. Cabe decir que se pueden mejorar con
distintos materiales que no solo mejoran sus funciones base, sino que
tendrán efectos agregados. Solo debes saber que el uso de estas herramientas
shinobi no son de a gratis, ya que cuestan emblemas espirituales, los cuales
puedes comprar o adquirir matando a los enemigos. Aparte de tu prótesis,
cuentas con distintos arboles de progresión que irás adquiriendo conforme pases
el juego y te proporcionan diferentes habilidades pasivas y activas, además de ataques especiales que te proporcionaran más ayuda en el combate. La forma para adquirir dichas habilidades es gracias al sistema de "niveles" que maneja el juego, que más que ser un nivel en si, es una moneda mas para canjear en los arboles de progresión ya mencionados. Conforme más habilidades adquieras, más niveles costaran las siguientes.
Ahora bien, sí lo tuyo es eso
de moverle a la espada, Lobo cuenta con una serie de ataques simples que serán
tu pan de cada día. A pesar de que el fiel shinobi sabe pelear,
sus enemigos son montoneros y veces contaran con armaduras que evitan que tus
ataques los frenen, es ahí donde entra “la guardia perfecta”.
Verán, el chiste con esta guardia es que Lobo realizará un parry a sus
enemigos, lo cual aumentará de gran medida la postura de los enemigos.
Esta barra se puede denominar como la barra de energía de los enemigos, pero en
vez de medir cuantas acciones pueden realizar, mide cuanto pueden quedar en pie
porque una vez que la llenes, se quedan expuestos para un golpe mortal. Cabe
destacar que esto también aplica para ti, así que debes tener cuidado; otro
aspecto a tomar en cuenta que hay ataques no se pueden bloquear porque son muy
fuertes, aunque no te preocupes, el juego siempre te avisa poniendo un kanji de
color rojo arriba de Lobo que te indica cuando va salir un ataque de estos y siempre encontrarás la táctica indicada para salir de esos golpes.
Ya si eso de golpear a diestra
y siniestra no es lo tuyo, puedes tomar el camino ninja, o sea, ser sigiloso la
mayor parte del tiempo. Puedes esconderte en la hierba alta, colgarte de los
tejados o salientes y ponerte atrás de paredes. El juego te invita que
encuentres el mejor camino para enfrentar alguna adversidad porque a veces ir
como Rambo no es una opción porque Lobo no está preparado para pelear con
multitudes de enemigos, los cuales la mayoría del tiempo son muy montoneros.
Que este título te invite a ser creativo en esto es gracias al diseño vertical
de los escenarios, debido que puedes escalar una gran numero de estructuras las
cuales te proporcionan una mejor vista de la zona, para así hacer una
estrategia de cual enemigo tumbar primero. Todos los lugares altos los puedes
alcanzar saltando, cosa que suena a algo bobo y muy simple, pero es una habilidad
muy prominente en el juego y no es algo tan común que implemente From Software;
además puedes llegar a lugares más altos gracias un ganchito que tiene tu
prótesis shinobi.
Otra característica importante
del juego es la resurrección. Esta mecánica te permite revivir justo después de
que te hicieron colgar los zapatos. En algunas ocasiones la usarás para matar
de la manera más violenta al enemigo que te mato y en otras, serás más
estratégico y la usarás para APULLALAR por detrás a quien hoce darte la espalda. Ya si te dan matarile otra vez,
ves el letrero de “MUERTO” y reapareces en la última foga… Ultimo ídolo del
escultor en el que dejaste tus posaderas, que fungen como checkhpoint en esta
ocasión; además, la mitad de tu experiencia y dinero se verán reducidos a la
mitad, en vez de perderlos por completo. Ahora bien, suena bien eso de revivir
en medio de la batalla, pero todo juego de From Software viene con un precio al
jugarlo y el de Sekiro: Shadows Die Twices es que si mueres mucho (lo cual
harás), los NPCs del juego sufrirán una enfermedad asociada a la condición de
nuestro personaje, la cual impedirá que estos puedan seguir con sus sidequest.
Existe un objeto que cura dicho padecimiento, pero es muy raro de conseguir y
debes tener una cantidad “considerable” de afectados para usarlo.
Presentación crudamente hermosa
Puedo decir sin temor a
equivocarme que Sekiro: Shadow Die Twice es el juego más hermoso y detallado
que ha entregado Hidetaka Miyasaki. Nos presenta a un Japón feudal crudo, y
visceral, pero bastante hermoso con sus paisajes. Los escenarios que
visitaremos van desde unas colinas nevadas, bosques a lugares más surreales de
lo uno puede imaginar. Para aquellos que se lo estén preguntando: Sí, el juego
tiene su propio Blighttown, como dicta la tradición, hura… Creo. El punto es que hay variedad en los paisajes que visitas y nunca sientes que una zona es igual que la otra.
Ese mismo detalle se ve
reflejado en los personajes, los cuales se ven bien detallados y aunque pocos
expresivos, en la mayoría de estos, se entiende que por el contexto en el que
viven, no se pueden dar el maldito lujo de sonreír. Lo curioso es que los
enemigos se ven detalladamente feos
y en más de una ocasión te harán pensar que te enfrentas a una oleada de
vagabundos, los cuales se andan peleando
para dormir en el mejor puente de la cuidad. Aunque los diseños de estos
están muy buenos, encontraras soldados samuráis comunes hasta los moradores de las arenas de Star Wars.
De parte de los jefes, ni se diga, algunos sí llegan a ser muy extravagantes de
una manera muy rara, pero cuentan con su función de apantallar y de ser una
amenaza.
Otro trabajo destacable del
juego es el audio. Esta obra, al igual que otras obras de la compañía el juego
es bastante silencioso la mayor parte del juego, sí hay música durante exploras
los escenarios, pero es muy de fondo. Muy ambiental. Pero las melodías resuenan
más al momento de los combates, ya sea con un enemigo común y corriente o un
jefe, obvio estos tendrán sus propias tonadas, peeeeeeeero debo decir que la
música de las peleas no pega tan fuerte como yo quisiera. Sí son buenas
canciones, pero el sonido ambiental y el choque de las espadas llega a ser más
prominente que las melodías. Puede que esté equivocado, pero lo más probable es
que la mayoría del soundtrack está compuesta de instrumentos típicos de Japón,
para darle más ambiente al juego. Puedo estar en lo correcto o en lo erróneo,
sin embargo, la música es buena. En este apartado no hay fallas.
Y ya para terminar este
apartado, el juego viene en varios idiomas, pero no viene el español por lo
menos en audio, en texto el juego cumple con ese aspecto. Aun con esa
deficiencia, las voces originales en japonés son excelente, tanto en actuación
como por el ambiente del juego. Digo, es un juego en el Japón feudal, ya si
tienes malos gustos, lo puedes encontrar en inglés. ¡AH! Y todo eso en el menú
del juego, nada cambiar el idioma de la consola.
Algo que sí debo destacar es
el rendimiento del juego, la mayor parte del juego corre a 30fps en el PS4
Slim, que es el que tengo; lo malo es que sí llega a tener bajones de Frame
Rate algo marcados, pero son en zonas muy específicas. Además, la resolución
ronda alrededor de en los 1080p (en la versión de PS4 antes mencionada), pero
tengo entendido que en Xbox One S ronda en los 900p. Al igual, la experiencia
se ve mejorada en las versiones Pro y X de dichas consolas. Algo que sí no puedo
dejar a un lado es que el juego llego a crashearse en dos ocasiones sin motivo
alguno, son pocas, aun así, ocurrieron y no puedo ignorar dicho detalle.
Conclusiones
Si eres adoraste la saga Souls
por su reto, gameplay y atmosfera, Sekiro: Shadows Die Twice debe ser una
compra segura. Ofrece eso mismo, pero con su toque particular y demuestras que
From Software y Hidetaka Miyasaki aún tienen mucho que enseñar al medio.
Ya dicho eso, si no eres
fanático de la franquicia, puede ser un bolado. Hay quienes se ven atraídos a
esta nueva fórmula, pero nunca le entraron a los juegos de la compañía y están
aquellos simplemente no tocarían otro juego de dicha empresa ni con un palo por
X o Y razón. Si eres alguien interesado, pruébalo, capaz y te gusta. Ya si no
es el caso, mejor voltea para otro lado.
Como comentario personal, este
juego se ha convertido en uno de mis favoritos de lo que va del año, no solo
porque es desarrollado por From Software, sino porque es una experiencia tan
completa y diferente a lo que uno está acostumbrado como fan de la compañía,
porque las mañas que tenía en la saga Souls simplemente no funcionan aquí y tuve
que jugar bajo las reglas de Sekiro. He de decir, que realmente disfrute este
cambio.
Sublime, análisis definitivamente me convenciste de comprarlo.
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